jueves, septiembre 14, 2006

Y así llegé a mis 32 años…


Y así llegé a mis 32 años… cuántas cosas he vivido, cuántas alegrías, desilusiones… hoy me veo a mi misma, dejando la humildad de lado, como a una mujer sabia, sí, la vida me ha enseñado a no confiar en la gente, a sólo confiar en mi. El tesoro está justo dentro de mi. Si no lo encuentro o si aún no lo he encontrado, me sentiré vacía, “empty”. Pero no es así como me siento ahora, a pesar de tanta amargura y lucha, dentro de mi está viva la llama, esa llama que me alienta a seguir… es eso lo que me motiva y me llena el alma. Una espiral de pasiones y esperanzas.

Hoy me siento viva y llena de sueños aún. Estoy feliz, pero así nosé muy bien porqué. Lo único que creo, o quiero creer es que, estando bien con uno mismo y con los demás te llenas de una energía positiva que lo puede todo y es esa misma energía la que atrae lo bueno. Como una suerte de ondas que emite tu cuerpo, una especie de sonar que rebota en otra buena energía y se empodera… y te atrae, te libera, te hace grande, te emociona y te hace vibrar… haciéndote más feliz. Como lo estoy ahora.